San Pedro y San Pablo Teposcolula, pueblo mágico de la Mixteca Alta de Oaxaca, se ha consolidado como un destino ideal para quienes buscan escapar del intenso frío del invierno, sin alejarse demasiado de la capital del estado. A poco más de una hora y media de Oaxaca de Juárez, esta localidad ubicada a unos 120 kilómetros por la carretera federal 190 ofrece un clima fresco —pero agradable— y una riqueza cultural y arquitectónica que la convierten en un verdadero refugio invernal.
Este rincón mixteco combina arquitectura colonial del siglo XVI con tradiciones ancestrales aún muy presentes. Sus calles empedradas, sus casas antiguas y sus monumentos históricos se envuelven en una atmósfera mágica cuando el clima se enfría, especialmente por las mañanas, cuando la niebla tiñe los paisajes.

Durante esta temporada, las temperaturas promedio oscilarían entre 12 y 18 °C, aunque por la noche pueden bajar hasta entre 4 y 8 °C. Estos valores permiten disfrutar de caminatas tranquilas por el pueblo y de momentos acogedores junto a un bracero. Las casas tradicionales, algunas con chimenea, y las cocinas de leña se vuelven escenarios perfectos para saborear un café de olla, un tamal o pan recién horneado acompañado del calor del hogar.

Además de su belleza natural y arquitectónica, Teposcolula es reconocida por su oferta cultural. Aquí destaca el mole amarillo, una de las siete variedades de mole oaxaqueño que forman parte del patrimonio gastronómico de la región. Durante el invierno también se preparan las celebraciones navideñas: las casas y los edificios públicos se llenan de luces, nacimientos y adornos.

Un dato relevante: este destino fue recientemente visitado por la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, en el marco de la presentación del Plan General Lázaro Cárdenas. Su presencia pone de relieve la importancia turística y social de Teposcolula dentro de la Mixteca.

Para quienes deseen planear su visita, hay varias opciones para llegar: se puede ir en automóvil por la carretera federal 190, o bien utilizar transporte público. Hay autobuses que parten desde Oaxaca y llegan hasta Teposcolula en aproximadamente dos horas y media, con tarifas accesibles.
En resumen, San Pedro y San Pablo Teposcolula se presenta como una joya escondida: un pueblito mágico que ofrece refugio del frío, historia, tradición y un ambiente ideal para reconectar con la naturaleza y la cultura de Oaxaca en temporada invernal.
