Oaxaca de Juárez, Oax. —Con el objetivo de reforzar la enseñanza y uso social de las lenguas originarias, el Gobierno del Estado de Oaxaca, a través del Instituto de Lenguas Originarias de Oaxaca (ILEO), puso en marcha el diplomado Wzedllo ak yurhue xtillallo (Didáctica de las lenguas originarias como segundas lenguas).
El diplomado busca atender el proceso de desplazamiento lingüístico que enfrentan diversas comunidades de la entidad, mediante la capacitación de hablantes interesados en transmitir sus lenguas vernáculas. Durante las sesiones presenciales, los participantes desarrollan competencias para diseñar programas educativos, elaborar materiales didácticos, producir recursos digitales y documentar archivos lingüísticos, todo con un enfoque metodológico, pedagógico y cultural respetuoso de las particularidades de cada comunidad.
En esta edición participan hablantes de siete lenguas: variantes del zapoteco (en cinco variantes), así como amuzgo, chatino, mazateco, mixe, mixteco y triqui. Se prevé que concluyan su formación en febrero de 2026.
La iniciativa consolida una de las líneas de acción del Gobierno estatal para preservar el patrimonio lingüístico de Oaxaca, reconocido como uno de los más diversos del país. Desde 2023, mediante programas como Nidos de Lenguas, se han intensificado los esfuerzos para revitalizar idiomas originarios en comunidades, priorizando su transmisión familiar e intergeneracional.
Autoridades de ILEO han señalado que la enseñanza de las lenguas originarias no es solo una cuestión educativa sino de justicia cultural: se trata de reconocer y promover el derecho de los pueblos indígenas a hablar, aprender y transmitir su idioma materno, garantizando así su continuidad en un contexto social donde muchas de estas lenguas enfrentan peligro de desaparición.
Con el diplomado Wzedllo ak yurhue xtillallo, Oaxaca busca robustecer su política pública lingüística, estimular la creación de recursos didácticos propios y formar a quienes serán guardianes activos de la diversidad cultural del estado. Al hacerlo, promueve una identidad compartida, respeto por la pluralidad cultural y la visibilidad de la riqueza ancestral de sus comunidades.