Santa Catarina Juquila, Oax. —Este lunes 8 de diciembre, miles de fieles de Oaxaca y de otros estados de la República —e incluso de países de Centro y Sudamérica— desbordaron los accesos al santuario de la Virgen de Juquila, en una muestra masiva de fe y tradición. Desde tempranas horas, caravanas de peregrinos comenzaron a llegar a Juquila por diferentes medios: a pie, en bicicleta, autobuses, autos particulares o mototaxis
Algunos incluso avanzan arrodillados, como parte de mandas de fe. Las rutas de llegada atraviesan comunidades emblemáticas de Oaxaca, reforzando cada año la tradición de lo que muchos conocen como la “Ruta de la Fe”.

Las autoridades municipales informaron que el santuario ya rebasó su capacidad, y aunque el flujo continúa, aún esperan que más peregrinos arriben a lo largo del día. A pesar de ello, hasta el momento los reportes oficiales indican saldo blanco: no se han registrado incidentes mayores, y el evento transcurre con relativa calma.

El ambiente en Juquila mezcla fervor religioso con expresiones culturales. Al rezar, cantar y caminar, los peregrinos refrendan su devoción por la Virgen, conocida como “milagrosa”. La tradición conjuga fe, sacrificio y comunidad, y para muchos representa un acto de esperanza, gratitud o petición.

Este tipo de celebraciones también implica una logística significativa: las autoridades estatales, a través de la Policía Vial, reforzaron operativos sobre la carretera federal 131, instalando módulos de información y auxilio.

El objetivo es velar por la seguridad de quienes recorren rutas sinuosas, muchas veces a pie o en bicicleta, y evitar accidentes en un periodo de alta afluencia.

Para muchos peregrinos, este viaje es más que un recorrido: es un acto de fe profunda, de comunidad, y un tributo a la tradición que une generaciones. Juquila se convierte, por unas horas, en epicentro de espiritualidad, esperanza y camino compartido.
