Oaxaca de Juárez, Oax. – Trabajadores del área de Urgencias del Hospital Presidente Juárez del Issste, en la ciudad de Oaxaca, laboran bajo protesta ante la profunda crisis que atraviesa esta unidad médica. Falta de insumos, carencia de medicamentos, equipo en mal estado y servicios básicos deteriorados conforman el escenario cotidiano en el que deben atender a la población derechohabiente, situación que —afirman— mantiene al hospital “en total abandono”.

La enfermera Fabiola Ramírez, integrante del equipo de Urgencias, explicó que el deterioro no es reciente, sino resultado de años de abandono y administraciones que no han atendido las necesidades reales del nosocomio. Señaló que, aunque el área está diseñada para 40 camas, el personal llega a atender a más de 70 pacientes, lo que sobrepasa su capacidad y limita la calidad de la atención. A ello se suma la falta de personal, así como el desabasto de medicamentos e insumos esenciales.

El equipo con el que trabajan se encuentra igualmente deteriorado: camillas inservibles, carritos de servicio remendados con vendas o cinta adhesiva y sillas de ruedas improvisadas forman parte del día a día. Incluso instrumentos básicos como baumanómetros u oxímetros no funcionan, lo que obliga a médicos, enfermeras y residentes a comprar de su propio bolsillo lo necesario para atender a los pacientes.

Ramírez cuestionó el discurso institucional que asegura que el Issste avanza por buen camino, cuando la realidad dentro del hospital muestra lo contrario. “El trabajador tiene que ver cómo resuelve, los directivos ya lo ven como obligación del empleado y no de la administración”, señaló. Ejemplificó que las tomas de oxígeno presentan fallas, algunas incluso expulsan agua, problema reportado en repetidas ocasiones sin recibir atención.

A esta situación se suma la denuncia de una fuga de gas en el área de cocina, detectada hace dos semanas y atendida apenas hoy, luego de la presión ejercida por el sindicato.

El personal hizo un llamado a la dirección nacional del Issste, encabezada por Martí Batres, para que acuda directamente a verificar las condiciones reales del hospital, ya que —acusan— cuando llegan funcionarios, los directivos sólo muestran áreas “maquilladas” y ocultan la gravedad del deterioro.

La problemática no es aislada. Trabajadores advierten que el colapso del sistema de salud se replica en clínicas y hospitales de Oaxaca y del país. Mientras el discurso oficial promete un sistema “como el de los países nórdicos”, en terreno la realidad es otra: carencias, desabasto y personal exhausto que mantiene la operación a costa de su propio esfuerzo, sin respuestas claras ni soluciones urgentes por parte de las autoridades.

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