Ciudad de México.— Tras más de 20 horas de discusión, la Cámara de Diputados aprobó la iniciativa de Ley General de Aguas enviada por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, con la que se renueva por completo el marco jurídico en materia hídrica en el país. La diputada federal Carmen Bautista Peláez celebró la aprobación y afirmó que la reforma “pone fin a décadas de acaparamiento, especulación y uso del agua como negocio privado”.

“No era sequía… era saqueo”, expresó durante su intervención en el pleno, al señalar que gobiernos anteriores permitieron prácticas que perjudicaron a miles de familias que enfrentaron escasez del recurso.

La nueva normativa incorpora más de 50 disposiciones orientadas a garantizar que el agua sea un derecho humano, priorizando el acceso para mujeres, familias y pueblos originarios bajo el principio in dubio pro agua. Bautista Peláez sostuvo que este criterio nunca fue aplicado por administraciones del PAN y del PRI, que —acusó— trataron el agua “como mercancía”.

Entre los cambios más relevantes, la reforma prohíbe la compraventa especulativa de concesiones y garantiza el servicio mínimo vital para hogares, escuelas, hospitales y comunidades rurales. Asimismo, se crea el Registro Público Nacional del Agua, una herramienta que permitirá transparentar quién utiliza el recurso, con qué fines y bajo qué condiciones, además de proporcionar certeza jurídica al sector agrícola y proteger el binomio tierra–agua.

La legisladora subrayó que la reforma no criminaliza a los productores, sino que respalda su labor y protege los derechos de quienes sostienen el campo mexicano.

“Mientras ellos privatizaron, la Cuarta Transformación devuelve el agua al pueblo”, afirmó Bautista Peláez al concluir su posicionamiento.

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