Puerto Escondido, Santa María Colotepec, Oax.— En plena temporada alta por las fiestas de la Guelaguetza, decenas de vehículos quedaron atrapados en largas filas sobre la súper carretera Oaxaca–Costa, específicamente en el tramo Barranca Larga–Ventanilla, inaugurado apenas en febrero pasado y ya con reportes de graves fallas estructurales.
Turistas, transportistas y habitantes locales reportaron tiempos de espera prolongados, saturación en varios puntos y ausencia de información oficial por parte de las autoridades responsables. “El paisaje lo vale, pero hacen falta mejoras viales”, coincidieron varios automovilistas que se dirigían a destinos como Puerto Escondido, Mazunte y Zipolite.

A pesar del deterioro en la vía, el peaje continúa cobrándose con un costo cercano a los 500 pesos, lo que ha generado molestia entre los usuarios, quienes también han denunciado la falta de señalización, zonas sin mantenimiento y puntos con tránsito lento o bloqueado.
La situación se agrava al considerar que esta es una de las obras de infraestructura más esperadas en el estado, y que fue promovida como solución definitiva para mejorar la conectividad hacia la costa y el Istmo de Tehuantepec. No obstante, tanto esta carretera como la vía hacia Tehuantepec presentan fallas importantes o incluso cierres parciales, lo que ha provocado un escenario de incertidumbre y riesgo para quienes transitan por estas rutas.

Hasta el momento, ni Caminos y Puentes Federales (Capufe) ni la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) han emitido un informe técnico sobre el estado actual de la vía, ni un calendario de reparación o mantenimiento.
Ante este panorama, se recomienda a quienes viajan a la costa salir con anticipación, llevar agua, mantenerse informados y extremar precauciones durante su trayecto.
Con información de Ismael garcía, Zona Roja.