Oaxaca de Juárez, Oax. – A pesar de las promesas del gobernador Salomón Jara de erradicar los bloqueos al inicio de su mandato, Oaxaca capital se mantiene como una de las ciudades con mayor número de cierres de calles y carreteras en México, ubicándose en el segundo lugar nacional, solo por detrás de Chiapas. Datos oficiales de la Secretaría de Gobernación señalan que durante 2024 se registraron 416 bloqueos en la entidad, y en lo que va de 2025 suman 240, evidenciando que el problema persiste y se ha vuelto estructural.

Los bloqueos afectan gravemente la movilidad urbana, el comercio y la economía local, generando pérdidas diarias a miles de oaxaqueños. Las movilizaciones más frecuentes son del magisterio, principalmente de la Sección 22 de la CNTE, que representan entre el 40 y 50 por ciento de los cierres, con demandas laborales y educativas no resueltas.

Los conflictos agrarios, que comprenden entre 20 y 25 por ciento de los casos, involucran disputas de tierras en comunidades indígenas, muchas veces agravadas por megaproyectos y la falta de aplicación del Convenio 169 de la OIT sobre consulta previa.

Entre 15 y 20 por ciento de los bloqueos derivan de la falta de servicios básicos como agua potable, energía eléctrica o pavimentación. Además, entre 10 y 15 por ciento corresponden a protestas políticas o contra la violencia, reflejando la creciente desconfianza social hacia las instituciones.

La Secretaría de Gobierno de Oaxaca (SEGO) asegura haber realizado más de mil 500 mesas de diálogo en 2025, pero la medida no ha logrado disminuir los cierres prolongados, especialmente en meses críticos como febrero y octubre. Expertos advierten que la situación refleja una crisis de gobernabilidad y subrayan la necesidad de una reforma profunda en la SEGO para garantizar soluciones estructurales y evitar que Oaxaca siga estancada en el segundo lugar nacional en bloqueos.

Con esta situación, los oaxaqueños continúan enfrentando interrupciones en su vida diaria, mientras las promesas de diálogo y paz social del gobierno estatal parecen diluirse frente a conflictos mal atendidos.

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