Puerto Escondido vuelve a ser escenario de prácticas que afectan la movilidad y la convivencia vial. Este miércoles, una camioneta permaneció estacionada por casi media hora frente al mercado Benito Juárez y la calle Novena Norte, mientras su conductor ingresó al mercado y se puso a conversar con un chofer de transporte público, dejando el vehículo obstruyendo el paso y generando congestionamiento.
De acuerdo con quienes presenciaron el hecho, no hubo presencia ni intervención de agentes viales, a pesar del evidente caos que se formó en una de las zonas más transitadas de la ciudad.
Escenas como esta —vehículos estacionados en doble fila, espacios apartados con botes, conos u objetos diversos, y la apropiación indebida de la vía pública— se han vuelto comunes en este destino turístico, afectando tanto a residentes como a visitantes.
La ciudadanía lamenta que estas irregularidades ocurran ante la aparente ausencia de un gobierno que haga valer el reglamento y garantice el orden vial. La queja es constante: mientras la ciudad crece y el flujo vehicular aumenta, la autoridad parece ausente y la falta de control sigue afectando la calidad de vida de quienes diariamente transitan y trabajan en Puerto Escondido.
