Oslo, Noruega. — El Premio Nobel de la Paz 2025 fue otorgado este viernes 10 de octubre a la opositora venezolana María Corina Machado, en reconocimiento a “su incansable labor en la promoción de los derechos democráticos del pueblo de Venezuela y su lucha por lograr una transición justa y pacífica de la dictadura hacia la democracia”.
El Comité del Nobel describió a Machado como “una mujer que mantiene viva la llama de la democracia en medio de una creciente oscuridad”. Además señala que encarna uno de los ejemplos más extraordinarios de coraje civil en América Latina en tiempos recientes.

María Corina Machado, de 58 años, ha sido una figura central en la oposición venezolana. Ha sido vetada por los tribunales venezolanos para presentarse a elecciones presidenciales, y ha debido resguardarse por su seguridad ante amenazas del régimen encabezado por Nicolás Maduro. En su país, su candidatura fue anulada por acusaciones administrativas y se le impuso una inhabilitación política, lo que la obligó a promover figuras simbólicas como sustitutas electorales. A pesar de ello, continúa siendo una voz activa por la democracia, los derechos humanos y la libertad política.
Al recibir la noticia por teléfono del director del Instituto Nobel, Kristian Berg Harpviken, Machado manifestó su sorpresa, emoción y gratitud. Dijo que ella percibe el premio más como un triunfo colectivo que personal: “Este es un logro para toda la sociedad, yo solo soy una persona, no lo merezco”. En sus declaraciones posteriores, la galardonada dedicó el premio al pueblo venezolano como principal protagonista de la lucha por la libertad.

Adicionalmente, sorprendió al dedicar parte del reconocimiento al expresidente estadounidense Donald Trump, señalándolo como aliado decisivo en la causa de la democracia en Venezuela. Esta decisión aumentó la polémica alrededor del premio.
No han faltado reacciones críticas. Desde sectores de la izquierda en España y otros países, se ha cuestionado la idoneidad de la premiación, tildándola de politizada. Pablo Iglesias, por ejemplo, manifestó que se pudiere haber otorgado el premio incluso a figuras como Hitler en tono satírico, y otros dirigentes calificaron a Machado de “golpista” o reclamaron más coherencia en los criterios del galardón.

El galardón será entregado formalmente el 10 de diciembre de 2025 en Oslo, Noruega. Este reconocimiento coloca nuevamente el foco internacional sobre la crisis política y humanitaria que vive Venezuela, pero también eleva el perfil de las luchas democráticas dentro del país. Será relevante observar cómo se traduce este respaldo simbólico en apoyo real para la oposición venezolana, y de qué manera influirá en la diplomacia global en torno a Venezuela.