Oaxaca, Oax. – La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) ha clausurado un establecimiento dedicado al comercio ilegal de artículos elaborados con partes de vida silvestre en el municipio de Villa Hidalgo, distrito de Villa Alta, Oaxaca.

La acción se llevó a cabo luego de recibir una denuncia ciudadana que alertó sobre publicaciones en redes sociales donde se promocionaban huaraches, bolsas y otros productos fabricados con pieles de animales protegidos. 

El operativo, realizado el 27 de agosto, fue ejecutado por inspectores de la Profepa con el apoyo de elementos de la Guardia Nacional. Durante la inspección, se constató que el sitio realizaba la transformación y venta de pieles de fauna silvestre sin contar con el registro correspondiente de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). 

Entre los productos asegurados se encontraban:

Una piel de pitón (Python sp.) Una piel de mantarraya (Dasyatis sp.) Una piel y un busto de venado cola blanca (Odocoileus virginianus) Tres fragmentos de piel de caimán (Caiman sp.). 

Profepa aclaró que tanto el caimán como la pitón están listados en el Apéndice II de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), lo que implica que su comercio requiere estricta regulación. 

Ante la falta de documentación que acreditara la procedencia legal de las pieles, la autoridad procedió al aseguramiento precautorio de los bienes y colocó sellos de clausura total y temporal en el establecimiento. 

La Profepa aseguró que dará seguimiento al procedimiento administrativo correspondiente para establecer las sanciones pertinentes y reafirmó su compromiso de intensificar las labores de inspección y vigilancia, especialmente en zonas que sirven de hábitat al jaguar en Oaxaca.  Asimismo, hizo un llamado a la ciudadanía para denunciar actividades similares que atenten contra la protección de la fauna silvestre. 

Este tipo de comercio ilegal no solo representa una violación a la normativa ambiental nacional e internacional, sino que también tiene consecuencias graves para la biodiversidad. La extracción indiscriminada de especies silvestres puede generar defaunación, pérdida de diversidad genética y ruptura de funciones ecológicas esenciales en los ecosistemas.

Además, el tráfico ilegal está relacionado con redes criminales y puede afectar la salud pública y la seguridad comunitaria.